Desde la Psicooncología se trabaja con el paciente la reducción del malestar emocional, pero actualmente se está focalizando la atención de los profesionales en el crecimiento post traumático. Es decir, en potenciar y trabajar con el paciente su capacidad de hacer frente a las dificultades de la vida y salir fortalecido con nuevas herramientas y nueva visión de la vida, lo que se denomina como resiliencia.
Así, una gran mayoría de pacientes experimentan cambios positivos tras haber pasado por un cáncer.
En primer lugar, cambios en uno mismo. El proceso que han vivido les lleva a sentirse más fuertes, con más capacidad para superar dificultades, más “luchadores”y con experiencia para retos futuros.
En segundo lugar, cambios en las relaciones con los demás. Valoran más sus vínculos con su familia y amigos, y aumentan sus manifestaciones de afecto y expresión de sentimientos, o resuelven antiguos conflictos interpersonales con alguien.
Y, por último, tienen una filosofía nueva de vida o espiritualidad, cambia su escala de valores y su percepción de lo que es importante de verdad.