La Psico-Oncología o afrontamiento del cáncer se ocupa de los aspectos psicológicos, sociales, conductuales y éticos del cáncer. Esta subespecialidad aborda las dos dimensiones psicológicas principales del cáncer: las respuestas psicológicas de los pacientes al cáncer en todas las etapas de la enfermedad, y las de sus familias y cuidadores; y los factores psicológicos, conductuales y sociales que pueden influir en el proceso de la enfermedad. La psico-oncología es un área de interés multidisciplinar y tiene fronteras con las principales especialidades de la oncología: las disciplinas clínicas (cirugía, medicina, pediatría, radioterapia), epidemiología, inmunología, endocrinología, biología, patología, bioética, cuidados paliativos, medicina de rehabilitación, investigación de ensayos clínicos y toma de decisiones, así como psiquiatría y psicología.
¿Cuáles han sido las contribuciones de la psico-oncología? Entendemos que los problemas psicológicos, sociales y conductuales no estudiados anteriormente asociados con el cáncer son importantes para la calidad de vida y el bienestar. Somos conscientes de que los avances en el tratamiento médico también pueden traer consigo nuevos retos psicológicos y sociales. Reconocemos que los contextos sociales y culturales son importantes, y que una comunicación clara y abierta y una toma de decisiones sensata también son fundamentales para un buen tratamiento médico. Apreciamos el valor de los esfuerzos para apoyar a las personas sanas en el cambio de conductas relacionadas con el cáncer, tales como fumar y la exposición al sol. También entendemos la individualidad de las respuestas al cáncer, por ejemplo, que, para algunos, preservar la imagen corporal es una prioridad y, para otros, la tranquilidad de saber que la extirpación más completa de una parte del cuerpo, como un seno, afectado por el cáncer es más importante.
Actualmente existen docenas de modalidades de tratamiento psicosocial para pacientes con cáncer, probadas en cientos de estudios de investigación. Éstas van desde adaptaciones de tipos estándar de enfoques terapéuticos, como la terapia cognitivo-conductual, hasta grupos de apoyo basados en la web. Pueden estar dirigidos por muchos tipos de profesionales, como enfermeras, trabajadores sociales y psicólogos clínicos, o compañeros que han experimentado el cáncer ellos mismos. Entendemos más acerca de cómo la mente y el cuerpo están conectados. Este es el enfoque de las modalidades de terapia de biocomportamiento para el estrés asociado con el cáncer, que incorporan entrenamiento en relajación, manejo de síntomas, alimentación saludable, actividad física, movilización del apoyo social y comunicación con los profesionales de la salud. Además, ahora tenemos formas válidas y confiables de evaluar los resultados de los tratamientos psicosociales en resultados importantes como ansiedad, depresión, fatiga, funcionamiento social, preferencias con respecto al papel de cada uno en la toma de decisiones sobre el tratamiento, la imagen corporal, el miedo a la recurrencia del cáncer y el dolor.
Intervenciones educativo-informativas
Que tienen como objetivo mejorar la información y la participación de los pacientes en la toma de decisiones. Una mayor información sobre la enfermedad, proporciona al paciente, mas control y dominio de la situación, y disminuye su sentimiento de indefensión.
Intervenciones conductuales
Dirigidas a dotar al paciente, de una mejor conducta de afrontamiento de los síntomas, y de estrategias para sobrellevar los efectos secundarios del tratamiento.
Intervenciones individuales
Para mejorar el ajuste emocional y facilitar la expresión/discusión de aspectos personales. Es esta una intervención más específica, que implica, un mayor acompañamiento emocional, y propuestas para mejorar la respuesta de adaptación del paciente.
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